Algunos tratamientos holísticos que pueden mejorar tu bienestar.

Reiki.

Reiki, Shiatshu, Flores de Bach. Estas son algunas terapias holísticas que no cesan de ganar popularidad en los últimos tiempos, y que además de asegurarnos que tienen beneficios para la salud, promueven el equilibrio físico, mental y emocional. Nos asomamos a este campo controvertido para descubrir a un primer nivel en qué consisten.

Las terapias holísticas se basan en gran medida en reactivar los poderes de sanación y regeneración de nuestro organismo. Promoviendo la unión de diferentes planos del individuo. El plano físico, el mental y el espiritual. Algunos de estos tratamientos se pierden en los albores del tiempo.

La primera vez que oí hablar de estas terapias naturales alternativas fue cuando mi amiga Encarna, que es enfermera, me comentó algo sobre el Reiki. Me dijo que era una técnica que permitía mover y enfocar las energías del cuerpo y con la que se conseguía mitigar algunos dolores.

Los practicantes de estos tratamientos, a los que con frecuencia llamamos terapias alternativas, no lo consideran un sustitutivo de la medicina oficial. No están en contra de ella. Más bien es un complemento que contribuye a que nos sintamos mejor.

Isabel Ramos, una terapeuta que lleva trabajando con estas técnicas desde el 2012 y que dirige Terapias Naturales Hoy, un centro de formación y aplicación de terapias holísticas, nos presenta en su página web algunos de los tratamientos naturales más utilizados en la actualidad. Algunos de ellos llaman bastante la atención, como el de las esencias florales, una terapia que ya solo por su nombre despertó mi curiosidad y me movió a investigar el tema.

Estos son algunos tratamientos holísticos que pueden mejorar tu bienestar.

Reiki.

La Federación Española de Reiki explica en un artículo publicado en el periódico El Mundo que el Reiki es una técnica ancestral que busca canalizar la energía que nos rodea hacia nosotros y los demás. Se aplica mediante la imposición de manos sobre determinadas partes del cuerpo, con la intención de desbloquear los chacras, nudos energéticos que se encuentran alineados dentro del organismo.

El reiki se constituye como disciplina en 1921, cuando el japonés Mikao Usui sintetiza una serie de conceptos filosóficos presentes en la medicina tradicional japonesa y funda la primera escuela de Reiki.

Para explicarlo de una forma sencilla, el reiki concibe el cuerpo como una red de circuitos eléctricos interconectados o como si fuera una serie de canales por los que fluye el agua. Con una serie de puntos neurálgicos, que funcionan como compuertas que organizan la circulación de la energía. Estos puntos son los chacras. Cada chacra se corresponde con algún aspecto de la vida. Así, por ejemplo, en el entrecejo tenemos el chacra del tercer ojo, que se asocia con la imaginación, la intuición y la percepción de la realidad; mientras que en el centro del esternón tenemos el chacra corazón. Asociado con el sistema respiratorio y circulatorio, y con las emociones.

Tenemos 7 chacras en nuestro cuerpo. Cuando uno de ellos se cierra, bloquea el paso de energía, provocando dolor y enfermedad en el plano físico y desorientación en el mental.

La práctica habitual del reiki ha demostrado combatir a un nivel el estrés, mitigar ciertos dolores como las migrañas y los dolores menstruales y mejorar la autoestima.

 El Shiatsu.    

También conocido como acupresión o digitopuntura, es una terapia médica alternativa originaria del Japón que se basa en los puntos de acupuntura fijados en la medicina tradicional china.

Se aplica mediante un masaje que se ejerce haciendo presión con la palma de las manos y con la yema de los dedos pulgares. Es distinto al reiki, no está basado en ninguna teoría filosófica, sino en un conocimiento empírico de la anatomía humana en la que se descubre la conexión que existe entre ciertos puntos del cuerpo y los órganos internos. El masaje Shiatshu se ha utilizado siempre para aliviar el dolor, para prevenir la enfermedad y como un complemento para la sanación.

En la cultura japonesa, la práctica del masaje ha estado ligada tradicionalmente a los invidentes. En el país nipón, se creía que las personas ciegas desarrollaban el sentido del tacto extremadamente. Palpando con sus manos podían descubrir si una persona estaba enferma y ejerciendo presión con los dedos podían sanarlos. En función de sus habilidades curativas, estos sanadores invidentes eran buscados por sus vecinos y recibían una compensación económica. Era una forma de integrar a las personas ciegas en la sociedad.

Aunque esta concepción tenía mucho de superstición, también tenía algo de evidencia médica. De hecho, muchas personas aliviaban su dolor después de someterse a una sesión de masaje. Por eso, a mediados del siglo XX, algunos terapeutas japoneses como Tokujiro Namikoshi sintetizan las prácticas ancestrales y las asocian a otros conceptos de medicina tradicional asiática como la acupuntura china, estableciendo las bases del shiatsu moderno.

Reflexología.

La reflexología podal oriental es una técnica de medicina alternativa originaria de China con más de 5.000 años de antigüedad.

Se aplica mediante un masaje en la planta de los pies, ejerciendo presión en unos puntos concretos, dependiendo de las dolencias y del estado de salud del usuario. A esta técnica se le atribuyen efectos curativos.

Desde la antigüedad, los chinos pensaban que todo el cuerpo humano estaba conectado con las palmas de las manos y las plantas de los pies. Es decir, que hay un nervio que conecta cada punto de la planta del pie con un órgano interno. Esto ha hecho que se establezca un mapa que asocia cada parte del pie con su órgano respectivo. De manera, que ejerciendo presión sobre ese punto podemos aliviar las molestias que sufre dicho órgano.

De esta manera, se establece, por ejemplo, que la almohadilla que tenemos bajo el pulgar del pie derecho está conectada con la cabeza o que el centro justo de nuestros pies se corresponde con los riñones.

No existe ninguna evidencia científica que afirme que la reflexología cure ninguna enfermedad, pero si se ha demostrado que estas sesiones logran que el paciente se relaje y mitiga momentáneamente los dolores, produciendo bienestar en el individuo.

Auriculoterapia.

La auricoloterapia procede de la medicina tradicional china y está relacionada con la acupuntura. En la actualidad se utiliza como complemento para tratar una amplia gama de enfermedades. Desde el Parkinson y la parálisis facial hasta el estrés y los trastornos del sueño.

En esta técnica se parte de un diagrama que asocia distintos puntos de la oreja con ciertos órganos del cuerpo. En este caso no hay una conexión directa nerviosa, como sucede con la reflexología, sino que al actuar sobre un punto de la oreja, enviamos una orden al cerebro para que intervenga sobre determinado órgano.

En el “Canon interno del emperador amarillo”, un tratado médico escrito en China sobre el año 2500 antes de Cristo, ya se habla de la sangría de una vena distendida en el oído para aliviar la tensión sobre el margen costal. Más adelante, en este mismo escrito, se menciona un caso real en el que el médico sopló aire a un punto del oído para salvar la vida a un enfermo inconsciente.

Si bien en la antigüedad, la medicina china utilizaba esta técnica provocando pequeñas sangrías controladas en la oreja, en la actualidad se aplica mediante la punción de los puntos respectivos, unos milímetros por debajo de la piel, por medio de agujas de acero inoxidable. El mismo sistema que se emplea en la acupuntura. Su función es la misma, enviar señales al cerebro.

Las Flores de Bach.

La Fundación Dialnet, de la Universidad Internacional de La Rioja, publica un tratado en el que habla de cómo la terapia del Doctor Bach, que basa su efecto en la acción terapéutica de 38 esencias florales, actúa directamente sobre el sistema nervioso. Se trata de una terapia energética, con varios niveles de complejidad. Que se utiliza desde para usos domésticos hasta para aplicaciones netamente profesionales.

Edward Bach fue un médico y homeópata inglés que a principios del siglo XX desarrollo hasta 38 preparados con esencias de flores conservados en alcohol para tratar diferentes dolencias y enfermedades.

Una de las mayores controversias del Doctor Bach es que no lo hace siguiendo ningún método científico, sino por mera intuición. Lo que él llamaba conexión psíquica con las plantas. Si el doctor sentía una emoción negativa, pasaba la mano por distintas plantas hasta que encontrara aquella que aliviaba su malestar, a la cual atribuía un poder supuestamente curativo.

Para preservar la esencia de la planta, recogía el rocío de la mañana depositada en las flores. Al percibir que la cantidad de agua era insuficiente, optó por cocer las flores y mezclar el agua de la cocción con brandi, para conservarlo. Con ello elaboraba preparados que recetaba a sus pacientes con el nombre de tintura madre y sobre los que llevaba un pormenorizado registro documental.

Las investigaciones del doctor Bach suscitaron opiniones enfrentadas entre la comunidad médica y farmacéutica, cuando se formularon y en la actualidad. Para algunos es un ejemplo del efecto placebo, mientras para otros abre el campo de investigación de la acción de las flores sobre el organismo humano.

Aunque estas terapias no producen una curación efectiva, si se ha percibido que mejoran el bienestar de los usuarios, complementando los tratamientos oficiales.

 

 

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