Los juanetes son una protuberancia ósea que surge en la base del dedo gordo del pie. Además de deformar nuestros pies, son dolorosos. Te explicamos por qué aparecen y cómo los puedes tratar.
Frente a lo que piensan algunas personas, los juanetes no son solo un problema estético. Al deformar el pie, cambia la forma en la que lo plantamos en el suelo, la manera en la que caminamos y favorece la aparición de callosidades. Estas alteraciones tienen repercusiones indirectas en la postura, propiciando ligeras desviaciones en la cadera, en la columna y en las rodillas, que pueden evolucionar a complicaciones más serias.
Uno de los síntomas más molestos de los juanetes es el dolor. El área del juanete se vuelve extremadamente sensible al roce, ocasionando dolor en el paciente solo con ponerse los zapatos y caminar. Las personas que sufren de juanetes suelen llevar sus zapatos al zapatero para que los introduzca en una hora de hierro dotada de piezas especiales para ensancharlos. Si no es así, es imposible que se puedan calzar.
Cuando la persona desarrolla juanetes ya no puede ponerse cualquier tipo de zapato. Tiene que recurrir a un calzado cómodo, flexible, plano y de horma redonda. Huyendo, por tanto, de los zapatos de tacón y de los de punta estrecha.
Existen diferentes niveles de deformidad. Desde los juanetes nivel 1, en el que el bulto es casi inapreciable; el nivel 2 y 3, que empujan los dedos hacia el lado exterior, produciendo daños no solo en la zona del juanete sino en toda la puntera del pie; y el nivel 4, el más severo, que llega a forzar a que el dedo índice del pie se monte sobre el dedo gordo.
¿Qué son los juanetes?
La revista Medline Plus señala que los juanetes aparecen cuando el dedo gordo del pie apunta hacia al exterior, provocando un desplazamiento de los dedos.
Esto se produce por un crecimiento anormal del primer metatarsiano. El hueso del que arrancan las falanges que conforman los dedos. Esta anomalía genera una angulación inadecuada de la articulación.
Al crecer este hueso hacia afuera, el cuerpo lo recubre de varias capas de callosidades que son precisamente las que producen el dolor cuando se rozan. Estas callosidades son capas de piel muerta que aumentan la presión sobre la articulación.
Los síntomas de los juanetes suelen incluir piel enrojecida en el borde de la base del dedo gordo, disminución del movimiento del dedo, dolor en la articulación, que empeora con la presión ejercida por los zapatos, desplazamiento de los dedos de los pies hacia el exterior, posible aparición de callos entre el primer y el segundo dedo, superposición de los dedos y dificultad para usar zapatos.
Aunque los juanetes pueden aparecer en personas de cualquier género, lo cierto es que son más frecuentes en mujeres que en hombres. Y en personas de edad avanzada que en jóvenes.
El dolor del juanete suele ser continuo y se localiza en la zona de la protuberancia. Este dolor empeora al caminar y mejora cuando estamos en reposo o cuando se aplica calor. En ocasiones, se nota un chasquido o una crepitación al mover el dedo gordo.
Padecer de juanetes supone un verdadero quebradero de cabeza para calzarse. Cualquier zapato que roce ligeramente la zona produce dolor. Da igual que utilicemos zapatos de piel o de tela. Para usarlos es necesario que los zapatos se deformen creando una cámara con la forma del juanete para alojar la protuberancia. Lógicamente, cuanto más pronunciado sea el juanete, más doloroso es.
¿Por qué aparecen?
La web del Hospital Clínico de Barcelona señala que existen una serie de factores que predisponen a la aparición del juanete. Son los siguientes:
- Tipo de calzado. El uso frecuente de zapatos de tacón y de punta estrecha favorece la aparición de los juanetes.
- Condicionantes genéticos. No se puede decir que los juanetes sean hereditarios, pero sí lo son la resistencia de los ligamentos y las características de los huesos y articulaciones del pie. Si tenemos antecedentes de juanetes en la familia, es probable que tengamos más facilidad de padecerlos.
- El sexo. Los juanetes son más habituales en mujeres que en hombres. Las características del pie femenino, más pequeño y flexible que el masculino, facilita que sus estructuras se puedan deformar.
Estas son los tres factores principales que motivan la aparición de juanetes. Sin embargo, existen otros factores de riesgo:
- Esto hace referencia a los pies excesivamente anchos. Al presionarlos con zapatos de horma más estrecha, el pie termina deformándose.
- Pie egipcio. Este es un tipo de pie en el que el dedo gordo es más largo que el segundo dedo. Para que pueda encajar dentro de ciertos zapatos, el dedo terminar desplazándose.
- Pies planos. Esta enfermedad se caracteriza por el colapso del arco del pie, haciendo que toda la planta esté en contacto con el suelo. Esta forma anómala de plantar el pie puede producir diferentes malformaciones como la aparición de juanetes.
- La edad. Aunque hay personas jóvenes que tienen juanetes, lo normal es que aparezcan entre los 40 y 50 años.
- La menopausia. Con la menopausia aumentan los niveles de relaxina, la hormona que determina la laxitud del pie. Lo que hace que las articulaciones sean menos elásticas y más deformables.
- La obesidad. El sobrepeso provoca una pronación del pie que lo conduce a su deformación.
Cirugía para extirpar el juanete.
Los podólogos de Clínica Oltra, una clínica de podología de Alicante operativa desde 1996, experta en utilizar métodos de vanguardia, nos dicen que la única forma de acabar con los juanetes es mediante la cirugía.
La cirugía del juanete ha evolucionado bastante en los últimos tiempos, hasta el punto de que se ha transformado en una intervención mínimamente invasiva. En la actualidad se efectúa por medio de pequeñas incisiones en la articulación, milimétricamente realizadas, que permiten una recuperación de semanas, frente a los meses que requerían las intervenciones tradicionales.
Al no usar ningún tipo de fijación interna, la movilidad de la articulación se mejora. El paciente, al concluir la recuperación, puede mover el dedo gordo del pie como si nunca hubiera tenido juanetes.
Es posible que después de la intervención, el paciente utilice algún tipo de calzado ortopédico o un yeso que favorezca la recuperación. Su uso es provisional y solo atañe al periodo convaleciente. También es normal que durante este tiempo utilice bastón o muletas para poder caminar sin forzar el pie.
Con la cirugía moderna toda la recuperación se efectúa en casa. El paciente puede regresar a su hogar nada más terminar la operación. Eso sí, deberá acudir a las revisiones pertinentes con el podólogo para comprobar que la recuperación se está efectuando sin problemas.
Para someterse a una cirugía de juanetes no es necesario que el juanete sea excesivamente pronunciado. Los podólogos recomiendan acudir a la clínica en cuanto veamos que no podemos caminar con normalidad.
Consejos para prevenir los juanetes.
Aunque, como hemos visto, existen factores internos como el sexo y la edad, la aparición de los juanetes se debe en gran medida a malos hábitos adquiridos con relación a los pies. Te presentamos una serie de consejos para evitar que sufras juanetes en un futuro.
- Usa calzado adecuado. Es recomendable usar con frecuencia zapatos amplios, especialmente en la zona de los dedos. Priorizando los de horma redonda frente a los puntiagudos. Esto no significa que no te puedas poner unos zapatos de tacón de aguja, pero debes hacerlo ocasionalmente, no a diario.
- Evita los tacones altos. Los tacones altos inclinan el peso del cuerpo hacia la parte delantera del pie, lo que contribuye a la formación de juanetes. La altura idónea del tacón de unos zapatos para una persona adulta es de 2 centímetros Todo lo que supere esta altura implica forzar la dinámica del pie.
- Realiza ejercicios de estiramiento para los pies. Realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para los pies, como mover los dedos o intentar recoger objetos con ellos, mejorar la flexibilidad y la fuerza de la musculatura del pie, lo que dificulta que se puedan deformar.
- Usa plantillas. Si presientes que puedes padecer juanetes o ya los tiene a un primer nivel, el uso de plantillas ortopédicas te ayuda a alinear correctamente el pie y reducir la presión sobre el dedo gordo, ralentizando la progresión del juanete.
- No sobrecargues los pies. Reduce las actividades que generen una presión excesiva en los pies, como estar de pie durante largos periodos de tiempo o caminar distancias largas sin descanso. Esto minimiza el riesgo de juanetes.
- Controla el peso corporal. Mantener un peso saludable reduce la carga y la presión sobre los pies. Lo que limita el riesgo de que nuestros pies se deformen.
- Visitar al podólogo. Ante cualquier señal que nos indique la aparición de juanetes, es recomendable acudir al podólogo. La detección temprana de la enfermedad permitirá tomar medidas preventivas para evitar que evolucione.
Los juanetes se pueden prevenir y curar. No los dejes pasar y toma cartas en el asunto.