Azabache, algo más que una joya

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Puede gustarte la joyería y pueden gustarte las piedras utilizadas en ella. Al contemplarlas, puedes ver un artículo de gran belleza o sentir una vibración, más allá de lo que represente la joya en cuestión. Tanto joyas como piedras, cuentan con una gran simbología a sus espaldas. Cada objeto posee un valor diferente, en función del porque se adquiera. En la mayoría de las ocasiones, se trata de regalos cargados de significado. A veces puede tratarse de un simple obsequio sin mayor trascendencia. Pero en incontables momentos, las piedras suelen tener un poder que va más allá del objeto ornamental.

Son muchas las propiedades que se aplican a las piedras y muchas las piedras que cuentan con propiedades tanto curativas, como energéticas. Una de ellas es el azabache, sobre el que vamos a tratar en este post. La mayoría lo conocemos y hemos visto en más de una ocasión, con su nombre exótico y la belleza que emana. Este mineral tiene un color negro brillante muy utilizado en el sector de la joyería que, además, cuenta con una larga historia y numerosas propiedades protectoras y terapéuticas. Sus orígenes se remontan al Jurásico y el Cretácico y, en nuestro país, Asturias es la cuna de este elemento que nos brinda la naturaleza.

Su textura suave, con una fractura concoidea y raya color pardo oscuro, no deja indiferente cuando contemplas un ejemplar. De hecho, en el mundo antiguo, las civilizaciones predominantes como Egipto o Roma, apreciaba este mineral en gran medida, de manera que su valor, se mantiene en la actualidad. En nuestro país en particular, el azabache ha desempeñado un papel importante debido a que ha sido y es, una piedra semipreciosa de lo más apreciada y valorada. Veamos con mayor detalle, todo lo que ofrece esta piedra de color negro intenso.

Una piedra con mucho que decir

No porque hable, sino por todo lo que la rodea y envuelve. Desde la belleza que aporta a una joya, hasta la simbología y el misticismo del que hace gala. El azabache, se encuentra dentro de la categoría de piedras semipreciosas de color negro. Es una variedad de carbón húmico que se formó en sus orígenes, a partir de unos árboles del periodo cretácico, los cuales se fueron enterrando en las profundidades de la tierra. En ese estado, fueron sometidos a grandes cantidades de presión y calor, cuyo resultado fue este preciado mineral. Se trata de una piedra compacta, ligera, blanda, suave al tacto y que suele caracterizarse además, por la presencia de rayas de color pardo y la citada fractura concoidea. Todo esto nos lo corroboran nuestros amigos de Corma Joyería, como especialistas en joyas fabricadas con azabache.

Dentro de las características que posee este mineral, podemos decir que no posee una forma definida, por lo que existen diversas presentaciones del mismo. Tampoco presenta magulladuras o líneas, siendo su superficie muy suave. Su nivel de dureza es el cuatro, dentro de la escala de Mosh, por lo que se trata de una piedra muy liviana, lo que permite llevarla a cualquier parte.

Su densidad es de hasta un gramo con tres, pudiendo observarse alrededor de la piedra, una de las sustancias que la compone, blanca y frágil, lo que implica que para su extracción y pulido, se realice con suavidad y cuidados extremos. Los métodos artesanales son los que permiten su tratamiento, evitando que se rompa al realizar algún movimiento brusco.

En cuanto a su característico color negro intenso, no es visible a primera vista. Hasta que no se ha realizado el necesario pulido, no es posible observar y comprender su potencial visual. Como ya hemos comentado, en algunas piedras se observan rayas de color pardo oscuro.

Sobre su composición química, se compone por un setenta y cinco por cien de carbono, característica que confirma que se trata de un mineral que deriva del carbón. Aparte del carbono, cuenta con oxígeno, azufre, nitrógeno y algunos hidrocarburos. Por lo que no se aconseja hacer experimentos y exponerla a temperaturas elevadas, puesto que desprende mucho humo y un olor bastante desagradable. Aunque puede pulirse tanto como se quiera, su brillo permanecerá intenso.

Nuestro país cuenta con varios yacimientos de azabache, como la Costa de Girón en Villaviciosa, Asturias. Dónde se encuentra el Azabache de mayor calidad de todo el planeta. A la zaga le van las piedras de Inglaterra, aunque Francia, Estados Unidos, Hungría y Venezuela, cuentan con yacimientos de este mineral, con bastante calidad.

Su extracción y procesado se realiza, como ya hemos comentado, de manera cuidadosa. Una vez se extrae el mineral, se somete a diferentes procesos de elaboración que permiten su transformación y posterior uso en joyería y bisutería. El corte, pulido y montaje de las piedras se efectúa sin que pierda su brillo natural.

En la actualidad, el azabache conserva su valor y sigue siendo apreciado por su belleza y las numerosas propiedades protectoras que se le conceden. Siempre envuelto en misterios y rodeado de magia, es protagonista de leyendas y mitos que perduran en las diferentes culturas a lo largo del tiempo.

Usos del azabache entre mitos y leyendas

Como decimos, el uso más común del azabache no es otro que el de la joyería, en donde se somete al pulido y corte adecuado, para elaborar accesorios de todo tipo, como anillos, collares, dijes, pulseras o incrustaciones en metales nobles, como el oro o la plata. Las piezas de mayor tamaño, se utilizan para realizar tallas decorativas, con gran valor y muy buscadas por los coleccionistas.

Dado que se trata de una piedra que ofrece mucha protección, se le concede el valor agregado a los diferentes elementos que se diseñan con el azabache como base.

Pasando al lado místico que rodea a este mineral, es muy utilizado para realizar conjuros, cuya finalidad es mejorar la salud y facilitar la curación de la persona. Es muy común que se utilice para mantener el flujo interno de energía y con la finalidad de evitar que se contraigan enfermedades. En otras palabras, para alejar la mala salud y todo lo que supone.

En la antigüedad, el azabache se trituraba y se mezclaba con miel, de manera que se colocaba en la zona afectada para aliviar los dolores de cualquier tipo. Estas propiedades paliativas se conservan, ya que se aconseja que se lleve la piedra en caso de padecer ciática, calambres, artritis o tendinitis.

Según la tradición que rodea al azabache, la cual es muy especial, se dice que, cuando una mujer da a luz, colocar una piedra de azabache en su mano, alivia los dolores. Por otro lado, se considera que este mineral supone un tranquilizante natural que ayuda a combatir la migraña y el dolor de cabeza. A la vez que se aconseja cuando se sufren episodios de nervios, estrés y ansiedad, puesto que se considera que ayuda a calmar estos estados.

Para situaciones fuertes y momentos difíciles que invitan a la desmotivación, llevar una piedra de azabache, proporciona estímulos y energía positiva, motivando para seguir adelante.

Todo esto puede hacer una piedra de azabache… no sabemos si es verdad o ficción, pero si podemos asegurar que mal no hace y, por probar, no se pierde nada. Además es un complemento de gran belleza.

Puesto que nos encontramos ante un material de gran fragilidad, los cuidados deben ser adecuados. Lo principal es evitar su caída o que se golpee. En lo relativo a su limpieza, lo mejor es hacerla de forma delicada y suave, utilizando paños muy suaves previamente humedecidos con detergente neutro y agua. Frotarlo con suavidad, lo limpia y hace que su brillo natural, aumente.

Para los más místicos, señalar que esta piedra requiere una limpieza energética. Se sobrecarga de energías negativas, por lo que es necesario que se recargue. Basta con que retorne a la tierra para que se inunde de buenas energías, por lo que enterrarla algunos días, hace que se reactiven sus propiedades.

Antes de concluir, citaremos algunas curiosidades, como la manera de comprobar si es legítimo o nos encontramos con una copia. Basta con frotar la piedra con un papel blanco. Si queda rayada de color negro, es azabache genuino. En el caso de una pieza muy pulida, acercarla al fuego, comprobando que no se quema.

En el Camino de Santiago, el azabache se considera como un talismán protector que acompaña a los peregrinos. Por lo que no hay que olvidarse de portar una pieza, en forma de joya, colgante o como piedra, si tienes la intención de llegar a Santiago a pie.

Curiosidades o propiedades mágicas a parte, el azabache es uno de los minerales semipreciosos más apreciados en la actualidad. Eso se debe por igual a su valor estético. Es muy utilizado en bisutería y joyería, además de considerarse como piedra mágica protectora del mal de ojo. Dada su elegancia y el misticismo que la envuelve, se proyecta en ella un buen futuro, como tendencia en joyería. Las piezas que se elaboran con esta piedra, prometen contar con la atención de los diseñadores de joyas y, por supuesto, los amantes de la moda.  Integrada en la joyería más contemporánea y combinada con metales modernos, el azabache, seguirá protegiendo a todos los que lo porten, tanto si creen en sus propiedades sanadoras, como si no.

 

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